Según el INDEC, solo uno de cada cuatro empresarios califica su situación como buena, mientras que la mayoría prevé que las ventas seguirán estancadas hasta después de las elecciones.
El panorama para el consumo popular sigue siendo preocupante. La Encuesta de Tendencia de Negocio del INDEC sobre supermercados y autoservicios mayoristas reveló que por cada empresario que considera su situación comercial buena, tres opinan lo contrario.
Las expectativas de ventas también son negativas: el 20,8% de los consultados cree que su situación empeorará hasta noviembre, mientras que apenas un 11,1% espera mejoras y el 68,1% restante no prevé cambios significativos.
La situación actual de las empresas refleja el mismo pesimismo: solo 8,3% considera que está bien, frente a un 20,8% que la califica como mala, mientras el resto la percibe como “normal”.
El acceso al crédito también complica el escenario: solo el 1,4% de los empresarios afirmó que obtener financiamiento es fácil, mientras que un 39,9% lo considera difícil y el 59,7% restante lo percibe como “normal”, en medio de un contexto de tasas elevadas.
A este cuadro se suma la morosidad de los préstamos a hogares, que alcanzó el 5,7% en julio, el nivel más alto en 15 años según el Banco Central. Los créditos personales y tarjetas de crédito lideran el deterioro, que ya lleva nueve meses consecutivos de suba, afectando tanto a consumidores como a empresas.
El informe confirma que, al menos hasta después de las elecciones de octubre, el consumo seguirá mostrando señales de estancamiento, reflejando un impacto directo en la economía cotidiana de los argentinos.