Javier Iguacel, exministro de Energía de Mauricio Macri y pieza clave en la denuncia que derivó en la condena de Cristina Fernández de Kirchner, reapareció en escena con un giro inesperado: se quedó con cuatro áreas estratégicas de YPF en Vaca Muerta pese a no tener trayectoria en la industria. Lo hizo al frente de una empresa creada con apenas 6.250 dólares de capital inicial.

El movimiento genera ruido en el sector: Iguacel fundó Bentia Energy S.A. en junio de 2024 y, menos de dos meses después, logró quedarse con los clusters Vaca Muerta Norte y Sur, una operación valuada en 100 millones de dólares anuales. La licitación había sido lanzada por el Banco Santander en abril, en el marco del Plan Andes, que incluía 55 áreas convencionales en varias provincias.

La maniobra fue rápida y efectiva. Bentia Energy no solo es una firma sin historial ni operaciones previas, sino que cuenta en su directorio con otro exfuncionario del macrismo: Lucas Logaldo, quien fue jefe de Gabinete en el Ministerio de Energía durante la gestión Cambiemos. El 5 de agosto de 2024, la empresa fue adjudicada con las áreas de mayor proyección.

El periodista Ariel Zak resumió el caso con una frase elocuente: “Estamos ante un exfuncionario devenido empresario que, sin ser brillante ni contar con trayectoria en el rubro, consigue quedarse con áreas importantes asignadas por YPF”. Las críticas apuntan tanto a la celeridad del proceso como al rol que cumplieron los vínculos políticos en el resultado.

Iguacel había comenzado su carrera pública en Vialidad Nacional en 2015, fue ministro de Energía en 2018 y luego intendente de Capitán Sarmiento hasta 2023. Su paso al sector privado, sin escalas ni experiencia comprobada, pone bajo la lupa el cruce de intereses entre lo público y lo corporativo.

El exfuncionario que denunció a Cristina Kirchner por supuesta corrupción en la obra pública hoy se encuentra al frente de un negocio multimillonario vinculado a la energía. Un dato que, más allá de las formalidades legales, deja flotando una pregunta incómoda: ¿a quién le abre las puertas el Estado cuando se retira?