El Gobierno avanza con un swap y un crédito stand-by de EE.UU. para reforzar reservas y contener la economía antes de octubre. Crecen las críticas por el aumento del endeudamiento.
El presidente Javier Milei sumó un respaldo clave de Donald Trump en Nueva York y, a las pocas horas, el Tesoro de Estados Unidos confirmó que negocia con la Argentina un paquete financiero de magnitud para apuntalar la economía en plena campaña electoral.
Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense, detalló que están en marcha conversaciones para una línea de swap por US$20.000 millones con el Banco Central, además de un crédito stand-by “significativo” a través del Fondo de Estabilización de Cambios. Aunque no quedó claro si se trata de un único programa o de dos herramientas en paralelo, el anuncio fue celebrado por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien lo presentó como el inicio de “una nueva era” para el país.
El Tesoro norteamericano también dejó abierta la posibilidad de comprar deuda argentina en el mercado primario o secundario, lo que implicaría la emisión de nuevos títulos. Además, adelantó que se trabaja en eliminar beneficios fiscales a los exportadores que liquidan divisas en el exterior, como parte del paquete de reformas que exige Washington.
Bessent aprovechó para elogiar la política económica libertaria: “Argentina logró una consolidación fiscal impresionante y una amplia liberalización de precios y regulaciones, sentando las bases para su retorno a la prosperidad”. También destacó que numerosas compañías estadounidenses evalúan inversiones en el país si se confirma un “resultado electoral positivo” en octubre.
Para la oposición, el anuncio confirma que el Gobierno busca llegar a las elecciones con un dólar controlado y las reservas reforzadas, aun a costa de hipotecar el futuro con nueva deuda. “Milei prometió que no se iba a endeudar, pero está haciendo exactamente lo mismo que criticaba”, apuntaron legisladores de Unión por la Patria.
El propio Bessent cerró su comunicado adelantando que “inmediatamente después de las elecciones” comenzará a trabajar con el Ejecutivo en un plan de pagos de deuda, ratificando que el acuerdo está pensado para sostener la transición hasta el día de la votación.