Martes 12 de agosto de 2025

Misterio cripto: el CEO que promocionó Milei no existe

Interpol confirmó que no hay registros de Julian Peh en Singapur. Es el supuesto directivo de KIP Protocol que se reunió con Milei y promovió la fallida criptomoneda $Libra. El Gobierno intenta despegarse de la estafa, pero crecen las dudas.

Jueves 7 de agosto de 2025

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La investigación por la estafa de la criptomoneda $Libra, que dejó cientos de damnificados, sumó en las últimas horas un dato inquietante: Interpol informó que no existen registros en Singapur de Julian Peh, el hombre que se presentó como CEO de KIP Protocol, la empresa que impulsó el proyecto y que llegó a reunirse con el presidente Javier Milei.

La notificación fue enviada al fiscal Eduardo Taiano, a cargo de la causa. Según el documento, "no surgen registros de Julian Peh en Singapur", lo que confirma que la identidad del supuesto empresario es, como mínimo, dudosa.

A pesar de ello, Peh ingresó al país y mantuvo reuniones con el propio Milei, el vocero presidencial Manuel Adorni y el cofundador de Tech Forum, Mauricio Gaspar Novelli, el 19 de octubre de 2024. Así lo detalla el Registro Único de Audiencias. En ese encuentro, el Gobierno informó que Peh presentó un plan llamado “Viva la Libertad”, con el que proponía financiar proyectos privados en Argentina usando blockchain.

Meses más tarde, el 30 de enero, Milei volvió a reunirse con otro supuesto representante del proyecto, Hayden Mark Davis, quien iba a aportar la tecnología para el desarrollo del token.

Tras el derrumbe del valor de $Libra y la aparición de cientos de denuncias, KIP Protocol emitió un comunicado en el que intentó despegarse del escándalo. Allí aseguró que su rol fue solo de asesoría técnica, que no participó de la creación del token ni se benefició con su venta.

Según su sitio web, KIP se dedica a servicios de inteligencia artificial y análisis de datos desde 2019. Además de Peh, la otra cara visible de la empresa es Jennifer Dodgson, una especialista en IA con trayectoria en consultoría estatal y privada.

Pero el dato clave sigue siendo el mismo: ni Migraciones ni Interpol tienen rastro de Julian Peh en sus registros. Mientras Milei busca desligarse del caso, la trama del fraude se vuelve cada vez más turbia y las responsabilidades políticas más difíciles de esquivar.